sábado, 28 de agosto de 2010

Aprueban en el Congreso Ley de Economía del Cuidado

SEMANA.COM 26 de agosto de 2010

Fue aprobado en Cámara de Representantes el proyecto de Economía del cuidado, que tiene como objeto medir la contribución de la mujer al desarrollo económico y social del país. Con esto, el proyecto terminó su trámite por el Congreso de la República y sólo debe pasar por la sanción presidencial para que se convierta en Ley de la República.

A pesar de que no implica una retribución económica a estos tipos de labores, la ley busca medir la contribución de la mujer colombiana a la sociedad en estos trabajos no remunerados incluyéndolos en el sistema de cuentas nacionales.

El proyecto consta de ocho artículos, en los cuales se definen algunos conceptos importantes para entender el tema de economía del cuidado y las actividades que la integran. Estas son especialmente: organización, distribución y supervisión de tareas domésticas; preparación de alimentos, limpieza y mantenimiento de vivienda y enseres; limpieza y mantenimiento del vestido; cuidado, formación e instrucción de los niños; el cuidado de ancianos y enfermos; y realización de compras, pagos o trámites relacionados con el hogar, entre otros.

Para medir el impacto del trabajo del hogar, el proyecto deja en cabeza del Dane el diseño e implementación de una encuesta de uso del tiempo. Esta entidad, junto con un grupo multisectorial, definirá la mejor forma de reflejar los resultados de la encuesta en el sistema de cuentas nacionales. Esto puede hacerse a través de la creación de una cuenta satélite en el sistema.

jueves, 26 de agosto de 2010

Momento político y el Polo, ¿Qué hacer?


Elaborado por: Ingrid Penagos


El 2010 ha sido un año de acontecimientos importantes para el futuro de la sociedad Colombiana, no por ello positivos y ni mucho menos conducentes a resolver el caudal de problemas que enfrentan millones de almas en nuestro país, entre ellos, recordemos las elecciones a congreso de la república, rodeadas por cierto, de toda suerte de irregularidades en distintas zonas del país (modificación irregular de los formulario E-26 y E-14 de la Registraduria en el Valle del Cauca, constreñimiento al elector en departamentos de la costa atlántica, compra de votos en departamentos como el Cauca, prolongación del fenómeno de la parapolítica en cuerpo ajeno, todos estos hechos documentados por la MOE y conocidos en distintos medios de información); por si fuera poco el Congreso de la República es la institución que según diversas encuestas goza de la mayor ilegitimidad, hechos como los vínculos de varios ex-congresistas hoy detenidos y procesados por la para-política junto con las contundentes denuncias por prácticas clientelares y corruptas, como la hoy conocida Yidis-política, constatan ésta comprensible percepción de los ciudadanos y ciudadanas de la nación; desafortunadamente su composición no se modifico, por el contrario los herederos son las esposas, hijos y hasta cuñados de los antiguos parlamentarios que tienen por residencia las cárceles del país, claro esta, este país cuenta con la digna representación de los parlamentarios de nuestro partido.


Otro hecho resaltable son los resultados de las elecciones presidenciales que determinaron a Juan Manuel Santos como nuevo mandatario para el presente cuatrienio. Santos, sin duda funge como sucesor de la política de Uribe y protector de sus “tres huevitos” (seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social), políticas que corresponden al modelo neoliberal que profundizo la desigualdad, la pobreza, terminó por despedazar nuestra ya fragmentada soberanía nacional, frustró con su política de guerra la aspiración de avanzar y concretar una agenda de paz para el país; seria extenso el listado de males crónicos heredados de 8 años de gobierno Uribe.


Ante este panorama tan incierto y confuso nuestro partido debe determinar su estrategia de actuación política, formular iniciativas y propuestas de cara al país con el propósito de demostrarle a los colombianos que son nuestros programas y contenidos políticos la llave que abrirá la puerta de un gobierno democrático de justicia, paz y equidad. Formular ésta estrategia pasa por elaborar un análisis del carácter del gobierno entrante, que a juicio de varios analistas comporta giros en el rumbo que Uribe le dio a su gobierno; los nombramientos ministeriales, asomos de darle un tratamiento distinto a las relaciones internacionales en la región, revivir ministerios que la era Uribe fusiono, seleccionar un vicepresidente cuyo origen está ligado al sindicalismo y la izquierda, -designación que causa debates al interior del sindicalismo-, son entre otros, los rasgos o cosmética que “distanciarían” a Santos de su antecesor. Es importante precisar, que estos aparentes cambios no pueden hacernos perder de vista el significado de las élites dominantes representadas en el gobierno Santos, y que seria ingenuo siquiera considerar cambios en la estructura del modelo de dominación.


El llamado a la Unidad Nacional de Santos ha concitado a varios sectores de la política tradicional del país que estuvieron en el desierto burocrático como el Partido liberal (salvo algunas unidades declaradas en desobediencia como Piedad Córdoba y Cecilia López que renunció al partido, entre otros), que junto con el partido conservador, La U, Cambio Radical de la coalición del gobierno anterior y el cuestionado PIN, constituyen la Santa alianza equiparable al oscuro Frente Nacional que liquido la democracia por 16 años. Otros como el partido Verde optaron por una salida intermedia y gelatinosa al no declarar de facto oposición al gobierno entrante, esta actitud de los verdes es comprensible, pues comparten la política neoliberal que subyace la estructura del planteamiento de la política Santos-Uribe.


El Polo debe actuar, protagonizar y conjurar la crisis con salidas novedosas que superen el inmovilismo y la ausencia de iniciativa política a través de una articulación con el movimiento social e inyectarle dinámica al ejercicio parlamentario con la movilización social y expresiones de sectores sociales y populares. Es necesario que el Polo acoja los mandatos y proposiciones construidas por los sectores sociales y populares que por décadas han elaborado a costa incluso de sus propias vidas. Proponemos en esta búsqueda de una estrategia cinco ideas acerca del polo y el momento político:

1. El polo democrático debe continuar en la oposición, es totalmente improbable que el régimen modifique la estructura económica, política, social cuya base esta en el modelo neoliberal causante de la crisis actual ocultada por los medios y el gobierno, nuestro partido representa una opción que le ofrece al país un modelo de sociedad distinto basado en los valores de la democracia, la igualdad y la justicia, contenidos en los estatutos e ideario de unidad.

2. El partido debe ampliar su espectro de oposición y tomar la decisión política de convocar al conjunto de los sectores sociales, indígenas, afros, campesinos, estudiantes, trabajadores, desempleados y desamparados; convocar a la Minga social y comunitaria, a todos los escenarios de oposición social con el propósito de construir un mandato cuyo espíritu de convergencia plasme las aspiraciones de cambio que guíen un gobierno basado en los programas, plantes y propuestas de la ciudadanía, un gobierno para el pueblo y con él. El polo debe acudir a los llamados del movimiento social, tejer ideas y pensamientos colectivos que se traduzcan en decisiones políticas en la búsqueda de constituir un amplio y heterogéneo bloque de oposición al régimen.

3. El diálogo es un instrumento de interlocución que el partido debe utilizar con todos los sectores incluido el gobierno, buscando movilizar en la sociedad una plataforma de país distinta a la ofrecida por el gobierno actual. Para ello vemos conveniente que el partido habilite una comisión de compromisarios que adelante contacto con sectores sociales, políticos, intelectuales, gremiales, escenarios y procesos de convergencia del movimiento social como la Minga social y comunitaria, la Gran Coalición democrática, plataformas de derechos humanos y paz, incluyendo la interlocución con la insurgencia para que el partido se convierta en un facilitador de paz y promotor de la reconciliación nacional. Todos los diálogos deben contar con la anuencia del comité ejecutivo nacional, quien direccionara los esfuerzos encaminados en esta dirección. Creemos que la comisión debe encabezarla la presidenta y secretario del partido junto con otros integrantes del comité ejecutivo nacional.

4. El Polo necesita dotarse de una agenda parlamentaria que interprete a fondo los contenidos políticos y estratégicos de los diversos sectores sociales, en un ejercicio de fortalecimiento del movimiento político y social por medio de distintas manifestaciones que complementen la acción legislativa con dinámica y movilización para que el partido se constituya en una propuesta actuante en el quehacer político nacional.

5. Nuestro partido requiere desarrollar una estrategia de oposición y construcción política con el conjunto de la sociedad a fin de constituirse como alternativa a los problemas del país y ser opción de gobierno local y nacional. Que el partido realice un llamamiento al pueblo colombiano a construir un acuerdo de unidad de los sectores sociales y populares excluidos del pacto de élites de la unidad Santista, es decir, las mayorías nacionales. Una amplia convergencia con sectores sociales, políticos, demócratas y progresistas será una opción y esperanza de corregir el rumbo neoliberal por el que gobiernos apátridas han orientado a nuestra nación.


Las opciones para la oposición y los sectores alternativos en este complejo momento político son la Unidad, la convergencia; consolidando y fortaleciendo propuestas atractivas a la opinión pública que conduzcan a una corriente favorable a los cambios democráticos, superando también los errores de la izquierda y perfilando un escenario que confronte, desestabilice y modifique la correlación de fuerzas adversa para la oposición hoy, pero con muchas oportunidades y posibilidades de desplegar una estrategia de actuación colectiva, amplia con visión de construir un autentico proyecto de nación.


El movimiento social ha trazado una agenda para el segundo semestre de este año, en Octubre por ejemplo, desde la Minga se convoca a la sociedad al Congreso de los pueblos, escenario de deliberación y legislación alternativa y popular, al polo ahora le corresponde intervenir, no sólo opinar, o enviar saludos y comunicados de prensa, le corresponde articular, construir conjuntamente y demostrar que el parlamentarismo cuestionado por distintos sectores empieza a superarse.

miércoles, 25 de agosto de 2010

"No basta con restituir tierras, hay que ver cuál será el modelo agrario"

El representante a la Cámara del Polo Democrático, Iván Cepeda, asegura que el gobierno tiene voluntad política para restituir las tierras, pero establece tres obstáculos de compleja superación.

SEMANA. Martes 24 de Agosto de 2010

En su debut en el parlamento, el representante a la Cámara Iván Cepeda se destacó en un debate en el que denunció la manera como -en la última década- se han presentado ‘maniobras sutiles’ de legalización de casi cinco millones de hectáreas despojadas a los campesinos.

Sin intenciones de poner contra las cuerdas al Gobierno entrante, el propósito fue presentar la radiografía de un panorama muy complejo al que se enfrentará el Ejecutivo en su propósito de restituir, por lo menos, dos millones de hectáreas a familias desplazadas.

Los anuncios hechos por los ministros de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, y el Interior, Germán Vargas Lleras, fueron de buen recibo por parte de la oposición, que ve una voluntad clara en el nuevo Gobierno.

Sin embargo, en diálogo con Semana.com, el representante Iván Cepeda advierte los tres grandes obstáculos que tendrá el debate sobre la distribución de la tierra en Colombia.

Semana.com: El gobierno se comprometió con dos millones de tierras y anunció varias medidas de órdenes jurídico y económico para ello. ¿Cómo ve esas medidas?

Iván Cepeda: Son anuncios alentadores que, de llegar a concretarse, significarían un giro histórico en el tema de tierras, porque las reformas agrarias que se han hecho hasta hoy no han tenido un efecto que reestructure el problema de la tenencia de la tierra en Colombia y menos aún, los esfuerzos que se han hecho en la última década. Por el contrario, lo que ha ocurrido es un proceso de legalización creciente del despojo.

Semana.com: Hablemos de esas medidas. El Gobierno anunció compra de tierras para la restitución. ¿Está clara la manera como se hará o como se financiará?

Iván Cepeda: Hasta ahora no lo hemos escuchado, tal vez porque el Gobierno aún no ha presentado en detalle esa propuesta.

Semana.com: El ministro del Interior anunció que se revertirá la carga de la prueba para que no sean las víctimas del despojo quienes tengan que comprobar su propiedad sobre la tierra. La medida fue bien recibida, pero ¿sí tendrá dientes para el objetivo de poder restituir la tierra?

I.C.: Por lo menos ayudaría mucho a que se aclare el panorama en términos judiciales. El pedirles a campesinos que han tenido muchas dificultades para titular tierras que demuestren la propiedad, que sean ellos los que tengan que probar su posesión, es poner a la víctima en una situación de iniquidad y total desigualdad.

Pero que sean los poseedores quienes tengan que demostrarlo, muchos de los cuales, de buena o de mala fe, han adquirido tierra que ha sido despojada, es un principio equitativo que pone a la víctima en una situación por lo menos más ventajosa

Semana.com: ¿Cuáles son las grandes dificultades a las que se enfrentará el Gobierno con esta iniciativa?

I.C.: El Gobierno propone restituir las tierras de quienes hicieron el despojo y quienes la han legalizado. Es necesario ver si la política criminal del Estado, el aparato de justicia vaya a tener la suficiente eficacia para contribuir con ese propósito. Porque eso implica no sólo perseguir a los despojadores, sino desentrañar el aparato de testaferros que hay, y también implica reformar las instituciones del Estado. Un reto supremamente ambicioso.

Semana.com: Ha dicho que el Gobierno aún no ha especificado la forma como se financiará la iniciativa. ¿Es viable fiscalmente?

I.C.: Nosotros hicimos la propuesta de que se pudiera invertir recursos de las regalías por concepto de la bonanza minera y el petróleo para esa compra de tierras. Ya ha habido propuestas del Gobierno de destinar el 10 por ciento de las regalías para ciencia y tecnología, nosotros creemos que sería importante que el Gobierno piense en la posibilidad de destinar recursos de ese tipo de regalías a la compra de tierras y a la restitución y la reparación de víctimas en general.

Pero también se podría pensar en los impuestos. Como el tributo que sugiere la juez en el caso de la sentencia de la masacre de Mampuján: hacer un impuesto para las empresas que hayan contribuido al fortalecimiento de los grupos paramilitares.

Semana.com: ¿Cómo aprecia el ambiente en el Congreso para discutir un tema tan polémico como la ley de tierras?

I.C.: Ese es el tercer obstáculo que enfrentará el Gobierno con esta iniciativa. Hasta dónde el poder legislativo la acompañará, puesto que no es un secreto que muchos de los parlamentarios están íntimamente ligados a sectores que tienen una muy poderosa influencia en el campo y que tienen tierras.

La pregunta es: ¿podrá el gobierno enfrentar esos tres grandes desafíos? Creo que hay una gran alianza con sectores de la sociedad civil, un trabajo de la mano con las organizaciones campesinas indígenas y afrodescendientes, que puede ser importante.

Semana.com: ¿Una ley de tierras cómo garantizará la seguridad de aquellos campesinos a quienes se les restituyan sus tierras?

I.C.: De los sectores de víctimas organizados, los que han sido blanco de la mayor cantidad de ataques son quienes reclaman tierras. Es comprensible porque su lucha es contra enemigos claramente determinados con intereses muy focalizados. El Gobierno, por lo menos el anterior, no tuvo una política de protección a víctimas.

En el otro extremo hay una inmunidad y un silencio a los poseedores de las tierras. Es casi un delito en Colombia hablar de quiénes tienen la tierra, es de los secretos mejor guardados, no sólo por ese aparato tan sofisticado de testaferros, sino porque el propio tema es un tabú: llamar con nombres propios a los poseedores se ha convertido casi en un crimen.

Por eso quisimos ponerle rostro al despojo. Quienes están tras la escena de la propia ‘paraeconomía’ y la ‘parainstitucionalidad’, como lo han llamado los propios paramilitares.

Semana.com: ¿Sí hay mecanismos para saber el rostro de los poseedores de las tierras?

I.C.: El Gobierno ha anunciado voluntad política, y eso es algo importante. Creo que existen los instrumentos para desenmascarar a los verdaderos tenedores de la tierra. No es muy difícil encontralos. El asunto es que esa voluntad política se traduzca en hechos concretos, que el Gobierno estimule la investigación, que estimule una verdadera política de extinción de dominio para hacer de los bienes ilícitos bienes de uso social. Eso se podría traducir en un cambio esencial en este campo que ha sido un verdadero fiasco y una seguidilla de fracasos.

Semana.com: El Gobierno ha dicho que entre sus prioridades están la ley de víctimas y la ley de tierras, hay quienes dicen que debe ser un solo proyecto. ¿Está de acuerdo con esta propuesta?

I.C.: Son dos temas que tienen especificidad, que hay que mantenerlos guardando el criterio de complementariedad entre ambos. Tienen un mismo propósito, pero son diferentes. Porque una ley de víctimas dentro del tema de tierras sería vaciar de sustancia el tema que afecta a la población más grande de víctimas, que son las personas desplazadas.

Por eso, el tema de restitución es específico, además de los que tienen que ver con reparación, con una forma como debe operar la justicia. Unos mecanismos específicos que deben ser adoptados para la reparación integral se deben mantener en la ley de víctimas, sin que ello signifique que pueda haber disposición de una ley de tierras que deba ser complementaria.

Semana.com: El Polo lideró el debate sobre esta especie de reforma agraria que se plantea. ¿Qué propuestas considerarían que debería incluir la ley de tierras que propondrá el Gobierno?

I.C.: Los temas están planteados. El asunto es la ambición y la decisión con que se aborde. Hay un tema que no hemos debatido mucho y es el modelo agrario. No basta con restituir, hay que ver para qué modelos son. El uso de las tierras es importante. Aquí hay una concepción de modelo agrícola que tal vez no compartimos.

Semana.com: ¿Es decir que el modelo agrario será el punto neurálgico en el debate sobre esta ley?

I.C.: Quisiéramos ver un modelo que tenga esa doble cara de mantener los sectores empresariales, la mediana y la pequeña propiedad, junto al campesinado propio. No estamos por la abolición de un criterio empresarial en relación con las tierras.

También es necesario introducir una regulación importante en relación con la manera como las multinacionales tienen derechos sobre las tierras en Colombia.

Pero en relación con el modelo agroindustrial, que para nosotros es un modelo que desecha las culturas tradicionales y desecha una agricultura productiva, está el gran debate. Nosotros planteamos que la producción agrícola no sólo sea de carácter industrial, sino la producción de alimentos, que es fundamental en una época que se avecina, y está cantada, una crisis de alimentos. Sobre eso no hemos discutido.

Pero ahora estamos enfrentados a un gigantesco proceso de despojo y de legalización del despojo. La cuestión es si se podrá obtener tierras de las que fueron usurpadas para los campesinos, y poder desarrollar un proceso serio de vida en esas tierras.

Semana.com: Tras escuchar la postura del Gobierno, ¿cree que sí tienen clara la radiografía del problema de la tierra?

I.C.: El ministro Juan Camilo Restrepo hizo una exposición clara. Creo que sí hay un conocimiento y un planteamiento.

Semana.com: ¿El Polo Democrático estaría dispuesto a sentarse a concertar con el Gobierno en torno a esta iniciativa, o plantearían propuesta diferentes?

I.C.: Vamos a estar en ese debate, tenemos esa voluntad. Intentaremos llegar a acuerdos en todas esas propuestas que encontremos racionalidad y una voluntad de avance para poder sacarlas adelante sin perder nuestro carácter de oposición.

domingo, 22 de agosto de 2010

Nuestra América está en camino! ¡Ñane Amérika TeeOñemongu' Ehína!

Declaración de la Asamblea Movimientos Sociales
IV Foro Social Américas

Los movimientos sociales presentes en el IV Foro Social Américas, en Asunción del Paraguay, reafirmamos nuestra solidaridad y compromiso con el pueblo paraguayo, ante la urgente necesidad de avanzar en su proceso de cambios profundos, hacia la recuperación de la soberanía sobre su territorio, bienes comunes, recursos energéticos, en la concreción de la reforma agraria y de la democratización de la riqueza.
Estamos en un continente donde, en las últimas décadas, se ha dado el reencuentro entre los movimientos sociales y los movimientos indígenas, que desde sus conocimientos ancestrales y memoria histórica cuestionan radicalmente el sistema capitalista. En los últimos años, luchas sociales renovadas condujeron a la salida de gobiernos neoliberales y al surgimiento de gobiernos que han llevado a cabo reformas positivas como la nacionalización de sectores vitales de la economía y redefiniciones constitucionales transformadoras.
Pero la derecha en el continente se está rearticulando aceleradamente para frenar cualquier proceso de cambios. Sigue actuando desde sus enclaves político, económico, mediático, judicial, a lo que se suma una nueva ofensiva del imperialismo - incluso militar - en su apoyo. Desde el anterior Foro Social Américas, realizado en Guatemala en 2008, presenciamos el golpe de estado en Honduras, el incremento de la presencia militar estadounidense a lo largo y ancho de nuestra América. Proliferan acuerdos de instalación de bases militares, operan la IV Flota en nuestros mares. Esto constituye un esfuerzo sistemático de desestabilización de la democracia en el continente, cada vez más se reprime y criminaliza a los movimientos sociales.
Denunciamos la ilegitimidad del presidente de facto de Honduras, Porfirio Lobo, al mismo tiempo que reconocemos la resistencia de su pueblo y apoyamos su lucha por una refundación constitucional que establezca una verdadera democracia.
Nos solidarizamos con la lucha del pueblo de Haití, que no necesita una intervención militar y una ocupación económica para su reconstrucción. Por el contrario, exigimos que la soberanía del país sea respectada y que los demás países realicen una cooperación solidaria, en los ámbitos de la salud, educación, agricultura y aquellos que requiera. Exigimos la anulación incondicional de la deuda y rechazamos el nuevo proceso de endeudamiento ilegítimo.
Complementando esta ofensiva, continúa la ola de tratados de libre comercio en todas sus variantes. Es esta la característica central de la estrategia de la Unión Europea, la otra potencia neocolonial que opera en América Latina y Caribe. Los brazos ejecutores que son las Instituciones Financieras Internacionales -Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, los bancos regionales de "desarrollo" y los grupos bancarios privados - están creando nuevos y enormes endeudamientos con impactos directos para los pueblos y la naturaleza.
Todas estas amenazas se vinculan con un mismo modelo de desarrollo primario exportador, excluyente y depredador que se profundiza sobre muchos territorios, expulsa poblaciones, provocando desarraigo y migraciones. La crisis sistémica actual muestra el agotamiento del modelo capitalista - y más específicamente de sus centros de poder:los bancos, las transnacionales y los gobiernos del G8. Hoy más que nunca están visibles sus intentos de arrastrar al mundo entero a un límite, llegando incluso a tener la amenaza de una guerra nuclear por parte de los Estados Unidos.
La defensa de los bienes naturales frente al capitalismo devorador se ha vuelto central parte dela agenda de lucha de cada vez más organizaciones populares y movimientos sociales. Se refuerza un frente común contra la destrucción de la naturaleza y contra las falsas soluciones del "ambientalismo de mercado" y del "capitalismo verde", como los mercados de carbono, los agrocombustibles, los transgénicos y la geoingenería, que se impulsan desde los centros del poderante la amenaza del cambio climático. Denunciamos que los gobiernos de los países del Norte geopolítico, antes que pensar en enfrentarlos graves efectos del cambio climático, están buscando evadir su responsabilidad y desarrollar nuevos mecanismos de mercado de carbono para hacer más ganancias, como el de "Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación" (REDD), que promueve la mercantilización y privatización de los bosques y la perdida de soberanía sobre los territorios. Rechazamos tales mecanismos.
Exigimos que estos países reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero y que se constituya un Tribunal Internacional de Justicia Climática. Reafirmamos las propuestas del Acuerdo de Cochabamba, producto de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra, las cuales reconocen que las soluciones reales frente al calentamiento global son la justicia climática, la soberanía alimentaria, la recuperación de territorios y la reforma agraria, la agricultura campesina y la integración y solidaridad entre los pueblos.
Los movimientos sociales estamos ante una ocasión histórica para desarrollar iniciativas de emancipación a escala internacional.Sólo las luchas de nuestros pueblos van a permitirnos avanzar hacia el ybymarane'y (tierra sin mal) y hacer realidad el tekoporâ (buen vivir). Nos comprometemos a reforzar la lucha por la soberanía de nuestros pueblos, la soberanía alimentaria, la soberanía energética y la soberanía de las mujeres sobre sus cuerpos y su vida y por el reconocimiento de la diversidad sexual. Construimos alternativas que parten de los acumulados en las resistencias desde la interrelación de diversas perspectivas anticapitalistas, antipatriarcales, anticoloniales y anti-racistas, al mismo tiempo que avanzamos en la búsqueda de otro paradigma centrado en la igualdad, el buen vivir, la soberanía y la integración fundamentada en el principio de la solidaridad entre los pueblos.
Asunción, Paraguay, 15 de agosto de 2010